Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     dormido


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 0

En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

§ 4.1.8

Y así, el ladrón piensa que los otros también hurtan; y el lujurioso, que los otros lo son; y el malicioso, que los otros son maliciosos, saliendo ya aquel juicio de su malicia; y el bueno piensa bien de los demás, saliendo aquel juicio de bondad que tiene en sí concebida; el que es descuidado y dormido, parece que los otros lo son.

§ 4.1.8

Y de aquí es que, cuando nosotros estamos descuidados y dormidos delante de Dios, nos parezca que Dios es el que está dormido y descuidado de nosotros, como se ve en el Salmo 43 (v. 23), donde David dice a Dios. ¡Levántate, Señor!, ¿por qué duermes?, poniendo en Dios lo que había en los hombres, que, siendo ellos los caídos y dormidos, dice a Dios que él sea el que se levanta y se despierte, como quiera que nunca duerme el que guarda a Israel (Sal. 120, 4).

§ 4.1.14

Pero a la misma alma en esta perfección no le está secreto, que siempre le siente en sí, sino en estos recuerdos; que, cuando los hace, le parece al alma que recuerda el que estaba dormido antes en sueño; que, aunque le sentía y gustaba, era como el amado dormido en el seno, que no se comunican las inteligencias y amores de entrambos hasta que entrambos están recordados.

§ 4.1.14

Pero a la misma alma en esta perfección no le está secreto, que siempre le siente en sí, sino en estos recuerdos; que, cuando los hace, le parece al alma que recuerda el que estaba dormido antes en sueño; que, aunque le sentía y gustaba, era como el amado dormido en el seno, que no se comunican las inteligencias y amores de entrambos hasta que entrambos están recordados.

§ 4.1.15

15. ¡Oh, cuán dichosa es esta alma que siempre siente estar a Dios reposando y descansando en su seno! ¡Oh, cuánto le conviene apartarse de cosas, huir de negocios, vivir con inmensa tranquilidad, porque con una motica no inquiete ni remueva el seno del Amado! Está él allí de ordinario como dormido en este abrazo con la sustancia del alma, la cual ella muy bien siente y de ordinario muy bien goza.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

§ 0

Y así, el ladrón piensa que los otros también hurtan; y el lujurioso piensa que los otros lo son; y el malicioso, que los otros son maliciosos, saliendo aquel juicio de su malicia; y el bueno piensa bien de los demás, saliendo aquel juicio de la bondad que él tiene en sí concebida; el que es descuidado y dormido, parécele que los otros lo son.

§ 0

Y de aquí es que, cuando nosotros estamos descuidados y dormidos delante de Dios, nos parezca que Dios es el que está dormido y descuidado de nosotros, como se ve en el salmo cuarenta y tres (v. 23), donde dice David a Dios: Levántate, Señor, ¿por qué duermes?, levántate, poniendo en Dios lo que había en los hombres, que, siendo ellos los caídos y dormidos, dice a Dios que él sea el que se levante y el que despierte, como quiera que nunca duerme el que guarda a Israel (Sal. 120, 4).

§ 0

Pero a la misma alma en esta perfección no le está secreto, la cual siente en sí este íntimo abrazo; pero, según estos recuerdos, no siempre, porque cuando los hace el Amado, le parece al alma que recuerda él en su seno, donde antes estaba como dormido; que, aunque le sentía y gustaba, era como al amado dormido en el sueño; y, cuando uno de los dos está dormido, no se comunican las inteligencias y amores de entrambos, hasta que ambos están recodados.

§ 0

Pero a la misma alma en esta perfección no le está secreto, la cual siente en sí este íntimo abrazo; pero, según estos recuerdos, no siempre, porque cuando los hace el Amado, le parece al alma que recuerda él en su seno, donde antes estaba como dormido; que, aunque le sentía y gustaba, era como al amado dormido en el sueño; y, cuando uno de los dos está dormido, no se comunican las inteligencias y amores de entrambos, hasta que ambos están recodados.

§ 0

Pero a la misma alma en esta perfección no le está secreto, la cual siente en sí este íntimo abrazo; pero, según estos recuerdos, no siempre, porque cuando los hace el Amado, le parece al alma que recuerda él en su seno, donde antes estaba como dormido; que, aunque le sentía y gustaba, era como al amado dormido en el sueño; y, cuando uno de los dos está dormido, no se comunican las inteligencias y amores de entrambos, hasta que ambos están recodados.

§ 0

15. ¡Oh, cuán dichosa es esta alma que siempre siente estar Dios descansando y reposando en su seno! ¡Oh, cuánto le conviene apartarse de cosas, huir de negocios y vivir con inmensa tranquilidad, porque aun con la más mínima motica o bullicio no inquiete ni revuelva el seno del Amado! Está él allí de ordinario como dormido en este abrazo con la Esposa, en la sustancia de su alma, al cual ella muy bien siente y de ordinario goza.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

§ 0

En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba.

§ 2.7.6

Mas este pensamiento las menos veces acaece, porque, hasta que está acabada de hacer la purificación espiritual, muy raras veces suele ser la comunicación suave tan abundante que le cubra la raíz que queda, de manera que deje el alma de sentir allá en el interior un no sé qué que le falta o que está por hacer, que no le deja cumplidamente gozar de aquel alivio, sintiendo ella dentro como un enemigo suyo, que, aunque está como sosegado y dormido, se recela que volverá a revivir y hacer de las suyas.

§ 2.18.4

Todo lo cual dice la Escritura divina que pasaba de noche y Jacob dormido para dar a entender cuán secreto y diferente del saber del hombre es este camino y subida para Dios.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



Ad Principium

dorado
doria
dormida
dormidas
dormido
dormidos
dormierint
dormiero
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